Windows XP 2021 es una prueba de concepto que pone al día en términos visuales el original de Microsoft que cumplirá en unos meses 20 años desde su lanzamiento. ¿Podría / debería ser así un Windows 10 actual?
Windows XP llegó al mercado en 2001 para reemplazar a Windows ME, probablemente el peor sistema operativo de la historia de Microsoft, en una cadencia que se ha ido cumpliendo con casi absoluta precisión de lanzamiento de sistemas buenos/malos. XP usaba por primera vez en un desarrollo de consumo la arquitectura NT y con ello ofreció importantes mejoras en rendimiento y estabilidad.
También destacó en el apartado visual gracias a la interfaz gráfica de usuario «Luna»; las herramientas para el desarrollo de temas de escritorio con el conocido fondo «Bliss» por defecto; sombras bajo los menús; nuevos iconos de las aplicaciones; nueva botonera para las ventanas como el botón «cerrar» de color rojo y en resumen un rediseño importante de todos los aspectos visuales sobre anteriores sistemas, incluyendo el ajuste en su funcionamiento de mínimo a completo según el rendimiento de cada equipo.
Windows XP 2021 es un concepto que muestra al instante ese diseño reconocible de XP incluyendo el gran botón de inicio, el menú de inicio clásico o el característico fondo de pantalla Bliss.
Pero añade componentes modernos como el asistente Cortana, la vista de tareas, el centro de actividades o un Explorador de archivos rediseñado con pestañas.
En un ejercicio de nostalgia el desarrollador ha añadido una mención al popular juego 3D Pinball o al asistente de búsqueda Rover The Dog. Te puede gustar más o menos, pero consigue algo que Windows 10 no ha logrado alcanzar: consistencia en el diseño.
Microsoft tiene en desarrollo Windows 10 21H2 que apunta a un buen lavado de cara del sistema cuando llegue el próximo otoño. Esperamos rediseño del menú de inicio y centro de actividades inspirados en el trabajo realizado en Windows 10X. La barra de tareas también se rediseñaría aumentando el uso de la nueva capa WinUI para mejorar el Shell, junto a la extensión del modo oscuro a más componentes o un nuevo explorador de archivos que necesita mejoras.
Ciertamente no tiene nada que ver un ejercicio de diseño como este que un producto final de software. Es mucho más fácil plasmar ideas en una prueba de concepto visual que incluirlas en el código de software y lanzarla para centenares de millones de equipos. Sin embargo, es curioso cómo Microsoft no ha conseguido redondear Windows 10 en cinco años, logrando un diseño tan atractivo y consistente como el de Windows XP 2021. Seguiremos esperando…